lunes, 11 de agosto de 2014

Efectos del cambio climático en el campo

Ciudad de México.- El cambio climático es la modificación del clima con respecto a los registros históricos, tanto en una escala global como en una región. Tales cambios pueden presentarse, entre otros, en las temperaturas, la nubosidad, la lluvia y los vientos.

Este fenómeno llegó para quedarse y se está observando en todo el mundo. Para ejemplificarlo, hablemos específicamente de la región de Guanajuato, donde las lluvias no se han presentado como en años anteriores, donde normalmente se distribuían durante todo el periodo de verano.
 
El principal efecto que pueden tener en la agricultura son los bajos rendimientos de los cultivos, debido a las altas temperaturas y tanto exceso como falta de lluvia. 

En el 2009 llovieron 525 milímetros (mm) en promedio todo el año, concentrándose en septiembre 250 mm, esto ocasionó una excesiva saturación de agua en el suelo con presencia de plagas y enfermedades, disminuyendo así el rendimiento de los cultivos.

En el 2010 se presentaron lluvias en los meses de enero y febrero, totalmente inusuales, sin precedente en el ciclo otoño-invierno, con una precipitación acumulada de 188 mm; asimismo, en julio se ha tenido una precipitación de 264 mm, sumando en los tres meses mencionados 452 mm, que si se compara con lo acumulado a la fecha, que asciende a 515 mm en el año, significa que 88% de la precipitación se ha presentado en enero, febrero y julio, que no coincide con el ciclo agrícola actual.

Por otro lado, se han registrado lluvias torrenciales: sólo el día 8 de julio se registraron 76 milímetros de lluvia en cinco horas, que equivale a aplicar 76 litros de agua en 1 metro cuadrado de terreno.

En el Distrito de Riego 011, Alto Río Lerma, ubicado en Guanajuato, que resguarda y administra los canales, drenes y demás servicios para riego y drenaje parcelario han tenido a bien desazolvar y dragar los referidos canales y drenes, para que el desagüe de las parcelas sea oportuno y no se concentre el agua en los predios, a efecto de evitar inundaciones.

Esto es de vital importancia, ya que por cada día que pasan los cultivos inundados, las pérdidas se acumulan principalmente por la falta de oxígeno, lavado de nutrientes en el suelo y por infestación de plagas, además de la infección por enfermedades fungosas en las plantas.

Adicional a estas medidas preventivas, los productores deben nivelar sus terrenos para evitar encharcamientos y hacer un buen trazo de riego y drenaje.

Sin embargo, la magnitud del problema amerita soluciones de fondo, como las redes colectivas para riego presurizado y modelo de producción sostenible, como el propuesto por el Centro de Desarrollo Tecnológico Villadiego, en Valle de Santiago, Guanajuato, que contempla el uso de sistemas de riego por goteo y aspersión, el manejo integrado de plagas (MIP) y uso de biofertilizantes, impulsando así una agricultura competitiva y sostenible.

*Fuente: El Economista (Leovardo Contreras Alvarado)

No hay comentarios:

Publicar un comentario