lunes, 12 de mayo de 2014

Ley obligaría a captar el agua de lluvia en México DF

Ciudad de México.- Por muchos años se confió en la viabilidad de las presas artificiales para el abasto de agua. Pero la anterior medida, además de atentar contra la topografía natural, requiere de una enorme infraestructura, que a largo plazo es muy costosa: imagina el mantenimiento que requieren las mega tuberías que recorren el subsuelo para alimentar a una megápolis como la Ciudad de México. El uso de presas es aún más obsoleto, si se piensa en el agua de lluvia desperdiciada. Por esto, ecologistas pugnan por transformar el modelo de abasto de agua: la captación de agua puede hacerse desde cada hogar.

En el ámbito universitario ya habían surgido distintas propuestas sobre qué hacer con respecto a esta problemática en el DF, desde el proyecto Cosecha de agua de lluvia,  presentado por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), hasta las investigaciones para generar electricidad mediante turbinas movidas por la lluvia.

Esta vez, una nueva iniciativa de ley en la Ciudad de México (La Ley de Agua y Sustentabilidad Hídrica), obligaría a que las nuevas construcciones incluyan sistemas de captación de agua pluvial como requisito para conseguir los permisos de edificación. Además otorgaría incentivos fiscales, a quienes implementen la captación a sus espacios. Aunque la ley aún deberá ser aprobada por la asamblea legislativa del Distrito Federal, es la primera en su tipo en este país.

En México se desperdicia el 72% del agua pluvial, según la ONG Fondo para la Comunicación y Educación Ambiental A.C, un absurdo que podría eliminarse a partir de la transformación cultural y la inserción, obligatoria, de sistemas de captación de agua. El creador de Isla Urbana (Enrique Lomnitz) afirma que “un proyecto que monta sistemas de captación de lluvia en zonas marginadas, asegura que la inversión en uno de estos sistemas se recupera, gracias a la captación del líquido, en tan solo un año”.

La mayor parte del agua de lluvia en las ciudades mexicanas se desaprovecha en las cañerías, esta nueva ley podría figurar una nueva etapa en la manera en que se concibe socialmente al vital líquido. Aunque los proyectos hidrológicos de gran magnitud se gestan desde el gobierno, la conciencia ciudadana sobre la viabilidad en la captación de agua pluvial es todavía escaza. Afortunadamente, la cultura cambia, y en ocasiones, algunas medidas legales aceleran el proceso: quizá esta iniciativa concrete uno de estos acertados casos.

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