España.- El método de reciclaje desarrollado por el Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC) de España, consiste en someter a los
neumáticos fuera de uso a un proceso térmico para convertirlo en
combustibles y gases capaces de generar energía eléctrica. A través de
dos etapas consecutivas, destilación y gasificación, se consigue el
total aprovechamiento energético de los neumáticos.
De la primera fase, la destilación, resulta un aceite que se
obtiene mediante condensación a baja temperatura de la fracción volátil,
que posteriormente se transforma en gasolina y diésel. Después, en la
segunda etapa, los gases que no hayan sido condensados se transforman en
energía eléctrica, mientras que el residuo sólido, denominado char, se
transforma en gas combustible mediante un proceso de gasificación.
Problema medioambiental
En el mundo se producen cada año unas millones de toneladas de
neumáticos al año. Las dificultades que presenta el reciclado,
reutilización y eliminación de esa cantidad de neumáticos una vez están
fuera de uso suponen un grave problema medioambiental debido a la
toxicidad de las emisiones por combustión o incineración.
La tecnología desarrollada es totalmente innovadora, tanto en los
aspectos conceptuales del proceso como en los de ingeniería y diseño.
La principal ventaja es que no genera residuos ni emisiones, y
transforma el neumático en combustibles y energía eléctrica. Por lo
tanto, contribuye a la disminución de las emisiones de CO2.
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