Europa.- Para la mayoría, un viaje por Europa es una oportunidad de ver los lugares turísticos y probar la gastronomía del continente.
A menos que, al igual que Baptiste Dubanchet, tengan la cabeza dentro de un bote de basura.
El francés, que celebra su cumpleaños número 26 este mes, pasó las
últimas 10 semanas explorando basureros; comiendo solo alimentos
tirados, desde Francia hasta Polonia en una misión para destacar el
problema de los desperdicios de comida.
"Realmente no creía que lo lograría”, dijo Dubanchet a CNN por
teléfono desde Varsovia poco después de completar su recorrido de 3,000
kilómetros en bicicleta.
“Creí que probablemente tendría hambre durante cuatro o cinco días y entonces tendría que comprar algo”.
En su lugar, Dubanchet se sorprendió por la abundancia de productos
tirados de supermercados, pastelerías y restaurantes que pudo hurgar.
Fácilmente pudo alimentarse en su épico viaje a través de Luxemburgo, Bélgica, Países Bajos, Alemania y República Checa.
En el camino, el extrabajador de comida rápida aprendió lecciones
valiosas sobre los hábitos de basura de las diferentes naciones europeas
que visitó.
Explorar la basura
"Intento protestar contra el gran desperdicio de comida. Es
completamente absurdo y sin sentido”, dice Dubanchet, quien planeó su
viaje para que coincidiera con el “Año Contra el Desperdicio de Comida” de la Unión Europea.
"Desperdiciamos recursos realmente buenos; hay tanta agua, energía y
contaminación involucrada en crear algo que termina en la basura. Y hay
millones de personas con hambre”.
Apegándose a la estricta regla de solo comer alimentos que fueron
tirados o que estaban destinados a la basura, Dubanchet pedía permiso al
personal del supermercado o restaurante antes de explorar su basura.
Ocasionalmente trepaba vallas para acceder a los basureros.
Las personas en algunos países eran más comprensivas que otras, dice.
"En República Checa, era bastante difícil”, dice. “Las personas
realmente no entendían de qué se trataba el proyecto; creían que era
indigente, realmente no entendían al extranjero que pedía comida del
basurero y todos los supermercados lo tenían bastante cerrado.
"Pasé días comiendo básicamente pan”.
Dice que Alemania fue el país donde más fácilmente pudo entrar a los
basureros, no porque hubiera más desperdicios, sino porque las personas
eran más receptivas con su misión.
“Creo que el desperdicio de todos los países
es casi el mismo. Los supermercados en todos los países trabajan de
forma similar: las frutas y vegetales deben de verse perfectos y los que
no, van a la basura.
"En Alemania, muchas personas apoyaron el proyecto; a veces en los
supermercados, mi petición se la daban al jefe y él decía que no. Pero
entonces un chico regresaba y decía, ‘lo siento mucho, mi jefe dice que
no, pero espera, mi jefe es un cretino, así que regresa después y te
conseguiré algo’”.
Lugar correcto, momento correcto
Luxemburgo también es una tierra de mucha accesibilidad a basureros,
de acuerdo con Dubanchet, algo que atribuye a su relativa riqueza y
reglas relajadas sobre la eliminación de alimentos.
Como parte de su misión, el graduado en desarrollo sustentable
también visitó escuelas para explicar su misión a estudiantes; y al
mismo tiempo comer las sobras de las cafeterías de las escuelas.
Aunque admite haberse cansado de una dieta de pan y vegetales crudos, hubo algunos puntos culinarios destacados; particularmente durante sus días más oscuros en República Checa.
"Llegué a un restaurante vegano en Praga donde estaban tan ocupados
que rechazaban a las personas”, recuerda. “Le expliqué al mesero lo que
iba a ser y regresó minutos después con este plato de comida
hermosamente diseñado y dijo ‘¿quieres esto?’.
“Era la orden equivocada para el cliente y la iban a tirar. Estaba
hambriento y llegué al lugar correcto en el momento correcto”.
Otros puntos destacados incluyen un tarro de miel y albaricoques
secos encontrados en Alemania, algunas conservas de Luxemburgo y una
caja de 12 huevos; tirados a la basura solo porque uno estaba roto.
"Siempre estaba feliz cuando comía pasteles y cosas dulces porque no
necesitas cocinarlas y cuando estás en una bicicleta, necesitas la
energía”, añade.
Dubanchet dice que espera trabajar en el futuro con supermercados y restaurantes para encontrar formas de reducir los desperdicios.
No descarta futuras misiones para explorar basureros.
"¿Por qué no? Aunque cuando comes absolutamente nada que no venga de la basura, pasas mucho tiempo sin comer lo que quieres.
"Y es mucho tiempo sin tomar una sola cerveza”.
Puedes seguir el proyecto de Dubanchet en La Faim du Monde.
*Fuente: CNN Planeta
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