martes, 11 de marzo de 2014

Falta de acceso a salud y seguridad social genera vulnerabilidad de caer en pobreza

• Revela investigación de economista de la UIA

La falta de un piso mínimo de acceso a la salud y a la seguridad social genera una alta vulnerabilidad a caer en pobreza y a permanecer en ella, dijo el doctor Isidro Soloaga, académico de la Universidad Iberoamericana.
En tanto que aquellos hogares que lograron salir de la situación de pobreza regresan a ella, al experimentar choques de salud o de empleo y carecer de protección ante estos eventos, agregó el investigador del Departamento de Economía.

La afirmación del economista parte de las conclusiones de su investigación Evaluación de la dinámica de la pobreza y de la vulnerabilidad de los ingresos en México durante el período 2006-2010, estudio a partir del cual recomienda que la política contra la pobreza se enfoque en el establecimiento de programas del tipo “universales”, así denominados porque abarcan a toda la población sin condicionar su acceso.

En ese sentido señaló que si bien esa característica es propia de los programas del Seguro Popular y de Adultos Mayores, se debería lograr que estos sirvan realmente de acceso efectivo a servicios médicos de calidad, y que eleven la pensión mínima para poder proteger de verdad a amplios segmentos de la población.

Respecto a los niveles de pobreza en México, Soloaga mencionó que su investigación reveló que a 30 por ciento de la población en pobreza crónica en 2008 se le sumó 13 por ciento que habiendo logrado salir de la pobreza en ese año volvió a caer en ella en 2010. Otro 12 por ciento de los habitantes logró mejorar su nivel de vida en ese período, lo que hizo en gran parte porque tuvo acceso al sistema de salud de calidad y a la seguridad social, ya que el contexto general de la economía fue de estancamiento productivo.

En tanto, hay casi un tercio de personas en situación de pobreza que no son alcanzados por ningún programa social ni productivo, y es este grupo de la población pobre el que debería ser el foco de la política social más urgente, pero sólo una parte de ellos está prevista de ser cubierta por la Cruzada Nacional contra el Hambre (el eje de la política social del nuevo gobierno).

Una forma inmediata de llegar a ellos podría ser el reforzamiento, en alcance y en dinero, de las pensiones a adultos mayores (política que fue aplicada en Brasil), y el de los subsidios a los hogares en pobreza encabezados por mujeres y con niños menores de 14 años, que es donde se concentran los bolsones más importantes de pobreza.

*Fuente: Universidad Iberoamericana 

 

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